domingo, 27 de enero de 2008

Amores de vacaciones

Cada uno tiene sus amores. Algunos los tienen cerquita, otros, un poco más distantes... Pero que están, están.

Como ustedes saben, y si no, les cuento, uno de mis amores, mi hija mayor y co-editora del blog, Juliana, está disfrutando de sus vacaciones en Reston, Estado de Virginia, U.S.A. Viajó hasta allí en compañía de su novio, Lecke. Y se están alojando en la casa de la hermana de él, quien vive allí desde hace unos años junto con su esposo.

La están pasando bárbaro, y prueba de ello, es la cara de felicidad que transmiten desde estas fotitos que me enviaron. Quiero compartirlas con ustedes.


Acá están frente a la entrada de un teatro, en Broadway. Les cuento que Juli, es amante de las comedias musicales, como espectadora, pero también lo toma como actividad personal. Canta, baila y actúa, por ahora como hobbie, pero en sus proyectos, este tipo de actividad, figura como más que un pasatiempo. Ya veremos cómo canaliza en el futuro esta partecita de su personalidad, que se cuenta entre "sus" amores, y a la que dedica gran sentimiento.

Ahora viene otra fotito. En ella, está con Lecke... Compartan este pensamiento: Tiene cara de buen pibe, no? No sólo cara... Por ahora, les puedo decir que es un gran muchacho, y que parece que la "nena" está en buenas manos...

Al menos con el futuro suegro hace buena letra. Se puso la campera de lana que le regalé (le quedó linda al guacho). Y sí...tiene que ser bueno el kía: es ariano, como el suegro...

Ay! La nieve! Qué lindo!
Juli, traenos un poquito...


Disfrutalo mucho, Ju. Con tus 21 pirulines, poder estar en medio de esos paisajes, conociendo y conociéndote más, debe ser algo maravilloso e inolvidable.

Los quiero mucho, chicos!
Millones de besos!

Papá y suegro, Georgie

viernes, 25 de enero de 2008

Viviendo con el enemigo

Clarita supo, tiempo después, que se había casado con el enemigo. Por supuesto que se enteró tarde. Como casi todos...


-Se ha comunicado al celular de Julio Turris. Después de la señal deje su mensaje y lo llamaré a la brevedad...PIP.

-Mi amor, soy yo... Llamame cuando puedas...

Y mientras tanto, Julito estaba en un telo, matándose con una morocha que rajaba la tierra. De su adorable esposa, ni se acordaba. Y no es cuestión de preguntarse ahora las causas que pueden generar una infidelidad. Que las puede haber? Mmm...

El infiel, de por sí, trae consigo un bagaje de cosas que alientan este tipo de conductas. Buscar una justificación dentro de su entorno marital, puede resultar tan ambiguo, como vano. Preguntémosle a Julito...

-Sabés lo que pasa, hermano? Quiero sentirme pendejo de vuelta. Que la adrenalina me llegue a todos los rincones del cuerpo. Y con mi mujer no siento eso. Por eso lo busco afuera. Y la calle está llena de atorrantitas que me vienen como anillo al dedo. Culpas? No, no tengo. Ella es una buena mina, pero si no se entera...

Y Clarita estaba muy lejos de enterarse. La casa, los chicos y su disposición hacia su marido, la tenían demasiado ocupada...

Hasta que un día...

-Sentate, hija. Con tu padre lo hemos charlado bastante. Y dudamos muchísimo en saber a ciencia cierta si teníamos que contártelo... Pero decidimos que vos tenías que saberlo... Julio está haciendo cosas que no debe...

-De qué hablan?

-Sale con mujeres...

Y el mundo perfecto, ése por el que tanto luchó, y se postergó, empezaba a derrumbarse. Pero estarían en lo cierto? Cómo lo descubrieron? El proceso de negación, natural, comenzaba a manifestarse. Como el último manotazo del ahogado...

-Están seguros?

-Sí, hija. Lamentablemente, sí.

-No puedo creerlo...

Y los papis, después de soltar la bomba, volvieron a su casa. Muy preocupados, por cierto. Pero esa noche, dormían bajo distinto techo que el de Clarita. Y ella, solita, debía luchar contra la más fea. Cómo encarar el tema, la llenaba de angustia.

Julio llegó a su casa por la noche, minutos antes de la hora de cenar. Por supuesto, la mesa estaba dispuesta, y la cena, a punto. Notó que su esposa estaba un tanto nerviosa, pero prefirió no preguntar nada. Sólo se limitó a sentarse frente a la tele, no sin antes advertir a sus hijos que no hicieran mucho ruido, para poder escuchar las noticias. En una tanda, preguntó:

-Todo bien, Clari?

-Sí. Está rico el pollo?

-Sí, como siempre... Pasó algo?

-Por?

-No sé... estás callada...

-Después hablamos...

Por dentro, Clara explotaba. Pero no quería llamar la atención. Los chicos en la mesa, insinuaban que era mejor no despertar ningún tipo de actitud que llamara la atención. Faltaba poquito para acostarlos, y por prudencia, había decidido demorar el asunto hasta que estuvieran dormidos. Por suerte para su ansiedad y angustia, esa noche los acostó algo más temprano que de costumbre.

Volvió a la mesa. Julio seguía allí, ahora mirando el partido.

-Querés un café?

-Uy, sí...dale...

Preparó una jarra entera. La llevó a la mesa, con dos pocillos.

-Tenemos que hablar, Julio.
-Ahora?

-Sí... Me enteré, Julio. No me lo niegues. Te vieron salir de un hotel...estabas acompañado de una mujer...

-Pero...estás loca? Quién te dijo semejante boludez..?

-No agraves más la cosa con otra mentira... Quién es..?

Clara no podía creer todavía cómo lograba mantener esa calma. Toda su estructura se estaba cayendo a pedazos. Por dentro, estaba hecha pelota, y todavía, podía contener toda la indignación y la furia...

-Mirá...no sé lo que te contaron... No podés hacer caso de las barbaridades que la gente...

Julio no pudo terminar su defensa. La mirada de Clara lo desintegró. De pronto su sumisa esposa, la que no mataba una mosca, se había convertido en una fiera, acorralada y peligrosa. Una fiera que estaba dispuesta a sacarle los ojos, si fuera necesario. Sin decir una sola palabra más, Clara se había adueñado de la situación. No es que disfrutaba de su nueva condición. Al contrario, la padecía. Y mucho. Pero, por primera vez en la vida, sintió como que tenía un cierto poder. Un poder nuevo que invitaba a ejercerlo...

-Mirá...no me digas nada. No quiero que me cuentes más. Sólo prometeme que vas a dejar todo... Que vas a volver a ser el de antes... Y no pudo continuar. Sus lágrimas se lo impidieron.

Y en un abrir y cerrar de ojos, le devolvió a Julio el control de la situación. Quien, sabedor de todo lo que se ponía en juego, puso la mejor cara de poker, y prometió, de acá en más, olvidarse de sus andanzas.

Y era lógico que todo resultase así. Clara, en su debilidad, demostró que no estaba preparada para hacerse cargo. Ni de ella misma.

Y Julito... Para qué vamos a perder tiempo en explicarlo? Durante un par de meses se convirtió en el ídolo de las abuelas. Atento, compañero, buen padre con los chicos... Una pinturita. Y fue así hasta que una tarde, Clarita lo llamó al celular para pedirle que pasara por la ferretería a comprar unos cueritos para las canillas del baño...

-Se ha comunicado al celular de Julio Turris. Después de la señal deje su mensaje y lo llamaré a la brevedad...PIP.

Georgie

domingo, 20 de enero de 2008

Una mañana radiante



No me pregunten porqué, pero hoy me levanté con una cuota de optimismo... Y digo bien: cuota. Lo que se dice optimismo total, ese que vas a la farmacia y pedís:

-Buen día, señorita... Me dá Optimol? Pero el Total... Como el Agarompa, pero que rinde para todo el día, en una sola dosis... Mire que pago cash... Ni en cuotas, ni con débito, eh?

Ese, discúlpenme, pero no existe. Y el personaje que lo promociona, es un invento de la publicidad...
Y con una cuotita, uno va tirando. No es para decir:

-Fahhh, qué lo parió! Hoy todo me va a salir de maravillas! Ando super-inspirado...

Pero sirve...
Les cuento que la mañana ayudó un montón. El cielo estaba más que despejado... Despejadísimo! La temperatura, ideal para una mañana de verano: fresquita... Qué hice? Me vestí, lavé mi cara amodorrada, desayuné, me lavé los dientes, un poquito de desodorante pedorro, y a la calle a disfrutar de la rutina aeróbica, en un ambiente de puta madre: el hipódromo (pero del lado de afuera, eh?). Aprovecho para sugerir, a los que vivan cerca de un espacio abierto, que adopten esta costumbre. No sólo viene bárbaro para perder esos kilitos que rompen los cocos, sino que también, es buenísimo para recrear la vista, los pulmones y el alma. Auriculares en la sien, radio sintonizada en una FM que pase only music (ningún huevón diciendo pavadas), y si no fuera que la mayoría de las mujeres bellas están, o casadas, o de vacaciones, o escribiendo cosas en sus respectivos blogs (de nada, chicas), hubiera cantado "Bingo!". Pero como les dije antes: cuota de optimismo, cuota de felicidad. Lo completo tiene otro precio.

Finalizada mi rutina, volví al depto. y tomé una ducha, previo mirarme al espejo y preguntarme:

-Qué hago? Me la dejo o me la saco? Aclaro...me estoy refiriendo a la barbita candado, que me acompañó durante tanto tiempo... Y puse bien: me acompañó. Porque hoy, ya pertenece al pasado. Me la saqué, nomás.

Después de la ducha, me quedé unos instantes frente al espejo, tratando de dilucidar quién era ese salame que me miraba a través de él. Y me dije:

-Es re-parecido a mí! Lo único, es que tiene, todavía, más cara de boludo!

Pero como estaba desnudo, no tardé mucho más en descubrirme:
-Qué porquería! Siempre tuviste la estima tan chiquita? Claro...con la barbita tenías aspecto de "guacho pistola"! Ahora, sos...un "boludo pistolita"...

Digan que el optimismo ayuda, no?
Una cuotita es una cuotita. Nada para despreciar...

Georgie

El tema, a continuación, se llama "Someone is there waiting for my song" (Alguien esta allí esperando por mi canción). Es el de la publicidad de Mercado Libre, la del chico que vende un beso. Y la chica que lo compra. Me pareció un excelente tema para acompañar un post que habla, precisamente, de optimismo. Podemos interpretarlo de dos maneras:

1) Siempre habrá un roto para un descosido (versión un tanto negativista).

2) Alguien está allí esperando por mí y por mi canción (esta sí que me gusta).



jueves, 17 de enero de 2008

Y no lo pude resistir

Cómo me duele que no estés!

Salí a caminar para despejarme un rato. No quería entrar otra vez al mismo bar y sentarme solo. En el mismo bar donde solíamos reírnos, jugar. Donde te agarré la mano por primera vez. Donde ví tus ojitos brillar de emoción.

Es por eso que hoy pasé de largo. Y me perdí por las calles por donde solíamos caminar juntos. Te acordás? Vos salías de las clases de actuación. Y yo te pasaba a buscar y te acompañaba hasta tu casa. Por las mismas calles donde te robé el primer beso. Las mismas calles que nos vieron alimentar la ilusión de compartirnos...

Te extraño mucho. Más de lo que pensé podía extrañar a alguien. Sabés? Me cuesta demasiado acostumbrarme a que no te tengo más. A que tengo que seguir solo. Me había imaginado una vida distinta, con vos. A contar con tu sonrisa, para los momentos en donde quisiera que el mundo me tragase. Y no tenerte me está doliendo mucho.

Y de repente llegué a tu calle. Te juro que no pensaba llegar hasta aquí. Sin darme cuenta, caminé y caminé. Y de golpe, me ví parado en la esquina de tu departamento. Ansioso por verte. Sé que no me vas a creer. Que vas a pensar que te estoy espíando. Que todo es una excusa para verte a cualquier precio. Que te quiero ver. Que te quiero...

Podés pensar lo que quieras... Yo sólo pasaba... pasaba por aquí...




Georgie

El tema, "Pasaba por aquí" de Luis Eduardo Aute, interpretado por Pedro Guerra.

sábado, 12 de enero de 2008

Amores arrebatados

Satisfecho. Así me siento hoy. Miserable, también. Pero contento con el trabajito hecho. Fué mi primer experiencia en estas lides, y seguro la última. Que uno nunca sabe? Seguro. En mi análisis final, para mi descargo, alegaré emoción violenta. O defensa propia. Cómo estarás sintiéndote ahora? Me tiene sin cuidado. Te lo ganaste, con creces.

Yo había estacionado la moto frente a la plaza. El día, radiante, invitaba a tomar sol. Los lentes oscuros, el casco y la campera prestada me daban el anonimato deseado. Era un mediodía pleno, en un pueblo suburbano pujante. Alrededor de la plaza los parroquianos iban, venían y volvían. La confitería de enfrente rebosaba de pueblerinos ávidos de ser observados. Las mesitas de la vereda estaban completas. Adentro, sólo se veían una o dos vacías. Y desde mi posición podía ver todo. A los que estaban y los que habían estado. La iglesia, la municipalidad, el Banco Provincia, dos inmobiliarias, un salón de fiestas infantiles, la fábrica de pastas, la librería. Y a vos...en el momento justo.

Saliste radiante del banco. Orgullosa y altaneramente radiante. Él te acompañaba, como un perrito faldero. Como un sucio perro faldero que desentona completamente con su bella dueña. Debo confesar que cuando te ví aparecer, dudé. Pero estaba demasiado herido como para olvidar. Y tenés que admitir que me subestimaste. Te creíste tan convencida de tu poder, tan irresponsablemente impune... Pienso que jamás llegaste a sospechar que esa moto que se dirigía a tal velocidad podía llegar a interceptarte. Justo a vos. Y menos que el sujeto debajo del casco y detrás de las gafas oscuras, era el mismo que habías desairado hace un par de meses atrás. Craso error. Y lo pagaste, con creces...

Tironeé. Tironeé dos veces. Con la impunidad que me dió el actuar con sorpresa. Dentro de tu incredulidad intentaste retener tu bolso. Defender "lo tuyo", ja ja. Pero logré mi objetivo. Te ví caer. Y luego rodar por la acera. Yo, a fondo por la calle principal. Dos cuadras, y me perdí al doblar en la segunda esquina. Cuando pasé frente a la entrada del departamento aumentó mi odio. Y aceleré aún más. Para perderme, finalmente, entre las calles secundarias. Calles a las que la bonanza pareció no tener en cuenta, y definitivamente olvidó entre proyectos cajoneados.

Ahora vienen a mi cabeza esos recuerdos que no quisiera tener, pero que inevitablemente están, latentes como nunca, alimentados por el odio y la bronca que, ni siquiera lo hecho, alcanza a mitigar. Y me acuerdo del departamento que soñamos para los dos. Que indefectiblemente debíamos poner a tu nombre, por culpa de un divorcio no iniciado. De la negativa de mi ex a concederlo. De "mis" ansias por tener nuestro lugar, a pesar de todas las contrariedades.

Y también recuerdo las dudas que te asaltaban. De tu excelente performance en el rol de amada inocente. Ahora me río, pero sufrí. Sufrí tu indefinición. Y gocé cuando me diste el OK. Cuando me dijiste que me tirara a la pileta. Que lo comprara, nomás. Que lo ibas a decorar, con ayuda de un arquitecto que conocías de tus épocas de facultad. Y que me ibas a decorar la vida mucho más...

Sé que fuí un iluso. Un perfecto tonto. Pero debo admitir, en mi defensa, que no te había imaginado tan fría y calculadora. Esa fué una faceta de tu vida que conocí después. Que agregada a la que ya conocía, formaban tu entera y total personalidad. La jodida y la real.

Descubrir que me habías sido infiel fué un golpe muy duro. No estaba preparado para asimilarlo. Pero que eras capaz de estafarme, de re-venderlo, al toque, fué peor. Ya en las cuestiones económicas venía muy vapuleado. Mi ex no me daba respiro. Mis hijos, de buenas a primeras, se habían convertido en los hijos de Rockefeller. Por lo gastadores, digo. Pero lo tuyo, definitivamente, colmó el vaso. Y despertó toda mi ira.

Esta noche, por fín, creo que podré dormir. Me va a costar un poco conciliar mis sueños, pero no dudo que al final lo lograré. Haré mis cuentas, el alquiler de la moto, los gastos del buchón. Calculo que tendré, más o menos, sesenta y tres mil quinientas verdes razones para volver a dormir. Y una más que poderosa justificación para intentar olvidarte.

Ahhh, me olvidaba... El dinero para los gastos de la clínica, pedíselo a tu amigo, el arquitecto. O a quien vos quieras. Me tiene sin cuidado.

Georgie

jueves, 10 de enero de 2008

Seguir tirando (para arriba)

Siempre me acuerdo de la frase de Ortega y Gasset: "Yo soy yo y mi circunstancia". Parece mentira, como una cosa lleva a la otra, y así sucesivamente. Leyendo el último post de mi amiga Marcela, me decidí a dejarle un comentario. Cuando lo estaba redactando me imaginé a mí mismo en una situación, y me dije:

-Georgie, qué tema, no? Te animás a...?

Y cómo no! La fiaca se estaba despanzurrando conmigo, y era hora de ponerle coto. Qué se cree la guacha? Qué me va a dominar? No señor. Es tiempo de ponerla en caja...





Seguir Tirando (para arriba)


-Buenas tardes... Le dejo la carta...

-No, no. Traeme...un cortado...en jarrito. .Y un cenicero, por favor.

Vivir en el Gran Buenos Aires tiene algunas desventajas. Pero dos ventajas enormes. Por ahora, poder fumar mientras tomo café en una confitería. No tiene precio. La segunda, no estar metido en el Gran Quilombo que es Capital. No me creen? Pregúntenle a cualquier "tachero"... que de Capital, la saben "lunga". No es cierto, papá..?

Mientras degustaba tranquilamente mi cortadito y mi cigarrillito, me dispuse a observar a los otros parroquianos. Esta es otra de las particularidades que tiene el Gran Buenos Aires. A no ser que estés en un lugar con mucha afluencia de visitantes, como un shopping, por ejemplo, tomar un café en una confitería de barrio, es verse con la misma gente, todos los días. Yendo a los extremos, es como en la película "El día de la marmota", salvo por lo de las circunstancias, como diría Ortega. Lo que nos hace distintos, no como en la peli de Bill Murray.

Y otra vez me fuí a la miércoles. Qué tendrá que ver Bill Murray con el tipo que está leyendo el "Clarín" hace tres horas? Digo...aparte de la misma cara de boludo? Nada, salvo que lo sigue leyendo. Y yo, que lo sigo esperando... Lo que me hace reflexionar que el único boludo de la historia soy yo. Pero qué otra cosa me queda por hacer? Nada. Esperar. Mmm...

Cuánto hace que no voy al cine? Fácil, tres meses. Estarán dando alguna peli rescatable? O voy a terminar poniendo quince mangos para clavarme como tantas veces? Tá bien. Si uno no toma riesgos... Por algo habrá que empezar...

Despertate, Georgie. Vamos..!

Uy. El boludo se va. De palomita arriba del diario...

-Es mío! grité.

Y la señora que estaba con la nietita se sobresaltó. Le dijo algo al oído, y ahora son dos las que me miran desconfiadas. Por lo menos, la nena se sentó y se quedó quietita...

Abrí la sección Sociales. No puede ser: en la primer hoja, el titular no daba margen a ninguna duda.

Fiaca 4, Georgie 0

Algo habrá que hacer...

Vamos, Georgie. Despertate..!

domingo, 6 de enero de 2008

Desde aquí

Para Cartas de amor, de locura y de muerte.

Querido Tío Juancito:
Ojalá el viaje haya sido de tu agrado. Me hubiera gustado mucho haber estado presente cuando te fueron a despedir, pero sabés?, tuve unos días complicados, con mucho trabajo, y lamentablemente me lo perdí. Sé que Nani se ocupó de todos los preparativos, como una hija ejemplar.
Me imagino lo contentos que se deben haber puesto Coca, tu esposa de toda la vida, y Daniel, tu hijo menor, radicado allá desde hace dos años. Ya lo presentíamos nosotros. Tu nostalgia iba cada vez en aumento. Te notabas como ido, como que la añoranza de los afectos te reclamaba. Lástima Nani. Quedó solita. Pero creo que, apoyada por sus hijos y nietita, lo van a saber sobrellevar.
Como te decía al principio de la carta, ojalá hayas llegado bien, y el reencuentro con Coca y Daniel haya sido más que reconfortante. Te esperaban tu barco, tu caña de pescar, tu botellita de borgoña y algunos cigarrillos, que ahora podrás fumar sin temor a los retos. Sé que en el Cielo hay muy buenas nubes, desde donde podrás divisar el río y la isla que siempre te sedujeron. La isla que te vió crecer, y de la que me contaste tantas anécdotas. De tus primeros amores, de los barcos, tu vida de marinero y muchas más.
Yo, en unos días, estoy partiendo para el mar. Y cuando me esté acercando a la orilla, seguro que van a venir a mi mente recuerdos de aquellas vacaciones de la infancia, en las que subido a babuchas de tus hombros, supiste ser mi nave para llegar hasta "lo profundo". Si hasta el día de hoy conservo en la memoria la cara de susto de mi vieja, paradita en la costa, mientras nosotros la saludábamos desde más allá de la segunda rompiente, cagándonos de risa los dos, y yo sintiéndome en mis siete u ocho años, el más experto nadador.
Te deseo suerte. Dales un beso grande a Daniel y a Coca. Deciles que los extrañamos mucho y, que algún día, nos vamos a encontrar.
Desde aquí,
Georgie

jueves, 3 de enero de 2008

Amores de estudiantes

Nací en 1960. Comencé mi etapa de la Secundaria allá por 1973. Recibido de perito mercantil a fines de 1977 con aplausos, medalla y besos, me tomé algo más de medio año sabático. Luego, la colimba. Un año, clavado. De baja en septiembre del 79, unos meses más de huevo, y entré en la U.B. a estudiar Económicas en marzo del 80. Carrera que cursé casi enterita, y que abandoné, un poco por cansancio y otro poco por huevón, a mediados del 84. Imagínense, entonces, 11 o 12 años de estudiante.
Cuántos amores de estudiante viví en ese lapso? A ver...hagamos memoria.
En el 74, mi primer beso beso. El del sabor a frutillas, con E. (flor de amor, con nombre de reina). En el 75, mi primer sexo, con XX. En los 76 y 77 hubo muchos X. Hacia el final del 77 recuerdo a A., como un amor de los grandes. Amor que perduró más allá. Hago un paréntesis y llego al 83, para encontrarme con un amor más que importante, S.,que se extendió mucho más que mi vida de estudiante. Amor con casa, auto y libreta. Completito. En cantidad y calidad. Fruto de él son mis dos princesas, partes sustanciales de mi vida. Pero que no forman parte de aquella etapa estudiantil.
Vuelvo un poquito hacia atrás, a mi primer año de facultad, año en el que conozco a P., compañerita de la facu, que poco a poco se convertiría en compañera de estudios, de salidas, de cama. Cómo la clasifico? Novia? Amante? Amiga con derecho a roce? Fue todo eso, y un poquitito más. Y si nuestro amor no creció más que eso fué, precisamente, por la causa por la que llegó hasta ahí. Mucho sexo, del bueno, quizá hasta demasiado...conmigo y con... No, no era cuestión de andar floreándose por la facultad con tanto cuerno encima...
Hice una cronología casi perfecta. Y si me salteé algún amor, le pido disculpas.
Ahora, una breve descripción de cada uno de ellos. De los tres más importantes e intensos.
Algo hablé de E. En "Sabor a frutillas". Conté de nuestro primer beso, del miedo y de la reacción que generó en chiquilines de 13 y 14 años. De lo importante que fué para mí, y del recuerdo que me dejó. No les conté, hasta ahora, que fueron, a lo sumo, dos meses breves de amor, pero vividos con la intensidad propia de los primeros amores. Con las expectativas que despertaban los inicios en el camino a recorrer, y esos ojitos azules que me hacen recordarla con alegría. Y recordar el gusto de su boca roja y sabrosa...que me dejó besos de poesía.
Mi amor con A. fueron, en realidad, varios amores. Comenzamos cuando ella, de 14, y yo, de 17. Terminamos varios años después, no de la mejor manera. Con terceros colándose en nuestros intervalos y resquicios, y con sensaciones encontradas. Decididamente no fuimos el uno para el otro. Pero en los momentos en que nos compartimos, y en los que coincidimos, supimos armar algo lindo y muy fuerte. Quizás, de haber sabido buscar adentro de la relación, y no tanto afuera...Y ahora de qué me disfrazo? Fuí tan contundente en el "Decididamente...". Gracias a Dios, existen las sorpresas...y los finales abiertísimos... (Actualizado el 31-03-08).
De S. sólo voy a relatar la parte en que fuimos estudiantes, como amerita el post. Ya les conté que nuestro amor trascendió dicha etapa, con creces, premios y regalitos. Pero esa es otra parte de la vida. Hoy me refiero a los comienzos. Quizás más adelante...
Nació cuando fuimos a ver la película "Reto al destino". Ni Richard Gere, ni yo peinábamos canas en ese momento. Richard usaba el pelo corto, por su papel. Yo, en cambio, tenía el pelo largo. Como casi todos. Se estaba acercando la democracia a nuestras vidas, y el pelo largo representaba a la rebelión, un "milicos, váyanse de una buena vez". Los cantautores autóctonos, medianamente contestatarios, estaban volviendo, y todo ello generaba un clima de apertura. Clima que nos contagió a todos, y que trasladamos a nuestras vidas. Y en esa apertura fue que conocí a S. más profundamente. Coincidimos en tantas cosas que, cuando nos dimos cuenta, ya éramos novios. Y luego, y casi sin darnos cuenta, ya estábamos planificando nuestra vida.
Dejé mi vida como estudiante. Seguí mis años con S. Una buena cantidad de años como para recoger frutos de este amor, especialmente mis dos princesas. Más adelante vendría el desamor, nuevos y buenos amores, ilusiones, desengaños, y otra vez ilusiones.
La vida continúa. Y todos continuamos. Pero lo mejor de todo es que ninguno, ni yo, ni mis amores, dejamos de soñar.
Esta vez el video es para S.


Georgie

miércoles, 2 de enero de 2008

La vida es juego

Por cuestiones técnicas, Juliana todavía no puede publicar en esta plataforma. Sí lo hace, con total libertad en FullBlog. Por ende, me tomé la libertad de reproducir en Blogger, su último post antes de su viaje a USA, "La vida es juego".
Georgie

Que la vida es juego!
Calderón del botecito se confundió un par de consonantes...
La vida es juego, los chicos lo saben bien:
que creamos y destruimos nuestras propias reglas, burbujas y castillos...
Los locos lo saben bien,
y se permiten pintarse la cara siempre de un color distinto
de muchos colores
hoy amarilo, mañana verde
violeta, azul, rojo, negro, naranja...
Que la vida es sueño,
empecemos el año jugando...
y que los relojes intenten acercarse a marcar nuestro latido
y "vamos a correr por la cornisa, con una golondrina de motor!"
como dicen los locos...
Los locos lo saben bien...
Pongamos el corazón, entonces, en juego
seamos como chicos
como locos...

Muy feliz año para todos!

Juli*

martes, 1 de enero de 2008

Tocando fondo

Un día, hablando de bueyes y amores perdidos, Marcela me dijo:


-Cuando te caés en una pileta y no sabés nadar, dejate llevar por la caída. Vas a tocar fondo. Tomá fuerzas y empujate. En un instante vas a estar arriba de vuelta...

Y te estoy haciendo caso, Mar.


Por una serie de circunstancias, no pude pasar la noche de fín de año con mis afectos más cercanos. Tenía dos opciones: la primera era pasarla solo (la idea me aterraba. Creía que suicidarse era más sano y menos doloroso); la segunda posibilidad, era caer como paracaidista, en la casa de una de mis empleados, con quien compartimos muchas horas diarias, pero de quien me separa un abismo de años y vivencias, y brindar con sus familiares, a quienes no conozco.


Difícil elección, no?



Bueno, la pasé solo, en mi casa. Junté coraje y me dije a mí mismo que era una noche más. Que tenía que estar tranquilo. Que iba a hacer mi rutina: escuchar música, ver alguna película en la tele, y cuando me venciera el sueño, me acostaría a dormir. Hice exactamente eso. No sin antes llenar mi copa a las doce menos dos minutos, con un rico champagne, y ponerme en contacto con mis seres queridos. Pude brindar con cada uno de ellos, haciendo uso de la imaginación, pero más, del corazón.


Y pude sobrevivir perfectamente. A la mañana siguiente me desperté bastante temprano, y comencé el año con mi rutina aeróbica acostumbrada. Y todo siguió su curso normal. Luego desayuné con una de mis hijas, la llevé a casa de la mamá, y fuimos con mi otra hija a una YPF Full, ya que ese mismo día partía hacia USA de vacaciones, y quería despedirme de ella como correspondía. Tomamos un café, acompañados por una de sus amigas, quien también la quiso saludar.


El haber terminado una relación de casi tres años con mi última pareja, hace sólo dos meses atrás, me encuentra en una etapa jodida. Por un lado, a mis 47 años, me gustaría encontrar alguna persona con quien compartir momentos y sentimientos. Pero no puede ser cualquier persona. Siento que, el error más grande que hoy podría cometer, sería entablar una relación amorosa por miedo a la soledad. No sólo por respeto a mí mismo, sino también, porque quiero capitalizar algo, por lo menos, de la experiencia que la vida me fué dando. Y una de las cosas que aprendí es, precisamente, a respetar a terceras personas y no comprometerlas en relaciones que ni yo estoy seguro de poder llevar adelante.


Por supuesto que esta suerte de selectividad me cierra puertas. Posibilidades de conocer gente y de divertirme un rato. Es lo que necesito? O es mejor estar solo antes que "mal acompañando"?


Creo que solamente el tiempo va a traer respuestas a las preguntas que hoy me estoy formulando. Y que el hecho de adoptar las posturas que hoy tomo, recién podrá verse mañana si aportan el efecto deseado. Pero tengo la sensación de que, al fín, estoy tocando fondo. Y es un "tocando fondo" que no implica estar en las diez de últimas. Sino todo lo contrario. Percibo que es el empuje que se necesita para volver a la superficie, que es mi hábitat natural.




El aire, y poder respirarlo.


Georgie