viernes, 29 de febrero de 2008

De sueños también se vive

Sé que no te puedo pedir más. Si por mí fuera, intentaría tenerte todo el tiempo, y darte matraca para que tengas y que guardes. Pero, como están planteadas las cosas, eso sería una utopía. Una deliciosa, sugestiva y peligrosa utopía...

Al menos, dejame soñarte...


* * * * * * * * *

-Nachito...la carpeta de "Robairone y Asociados"..?

-La tiene Alejandro, señora...quiere que se la pida?

-No, está bien...voy yo... Gracias, Nachi...

Estaba terminando el borrador de Ganancias de Robairone, cuando veo que se acerca a mi escritorio. Se acomodó el pelo hacia un costado y caminó directamente hacia mí, con ese andar más que sensual...que me derretía. Levanté la vista, y le pregunté:

-Necesita algo, Andrea?

-Sí, cuando termines, la carpeta...

-En cinco... Algo más?

Se acercó a menos de medio metro y casi susurrando, y mirándome directo a los ojos...

-Llamame al cel. en media hora...

Una eternidad. En ese lapso terminé con mi labor, le dejé la carpeta en su escritorio, le pregunté a Nachito a qué hora jugaba River, revisé mis mails, y salí a comprar cigarrillos. En el trayecto, la llamé.

-Dónde estás?

-En la AFIP. Tengo para una hora, más o menos... Vos?

-En la calle... Tu marido?

-Jugando golf... Acordate que los jueves...

-Sí... Tendremos tiempo?

-Obvio! Pasame a buscar a las dos... Acá no puedo hablar... Venís?

-Dos menos cinco estoy... Te espero en el auto...

-Dale... Un besito.

-Chau...

Dos en punto, estaba parado con el auto a la vuelta de la dependencia. En diez minutos salió, y enfilamos para un telo de la Panamericana. El primer polvo fue rápido y furioso, con todo el ímpetu de mis años mozos. Un cigarrillo y tomó la posta. La dejé hacer. Es increíble. Yo que siempre había estado con minas más jóvenes, me asombraba de su oficio, de su pericia. Con casi cincuenta pirulos, esta "jovatita divina" me enseñó todo lo que me faltaba aprender. No la cambio por ninguna. Me dejó "de cama". Tan relajado, satisfecho y cansado, que cuando se levantó para ir a lavarse, me dormí.




* * * * * * * * *

-Alejandro... Ale... Qué hacés, boludo? Te quedaste dormido..?

-Uy, perdón, Nacho... Alguien más me vió..?

-No... Zafaste, pendejo... El Doctor está jugando al golf...y la bruja...todavía no llegó... Dale...despabilate que tenés que ir a la AFIP.

Fuí al baño a lavarme la cara. No. No hay nada que hacer... Quedarme hasta las tres de la mañana mirando el "porno-soft" en el cable, me estaba jugando malas pasadas. Y para completarla, el culo de Andrea estaba haciendo estragos con mis ratones. También...si la llego a agarrar...

Por ahora, me conformo con soñarla...

Georgie

miércoles, 20 de febrero de 2008

Celoso yo?

Volvíamos de la fiesta, en el auto. Yo, ni una palabra. Paula se esforzaba en sacar un tema de conversación. Mis respuestas, simples y monosilábicas. Esta vuelta, me había enojado en serio...

-Pero...qué cuernos te pasa?

-Y a vos qué te parece? Dejá de hacerte la boluda, querés..!

-Nooo! No lo puedo creer..! El señorito está celoso..! De Matías? ja ja. Nooo! Esta vuelta llegaste demasiado lejos..!

-Pará de hacerte la inocente..! Estuviste mirándolo toda la noche... Y te baboseaste cada vez que se acercaba a hablarte... Dale, confesalo de una buena vez! Qué carajo pasa entre ustedes dos? Dale...decilo de una vez..!

Silencio. Maldito y puto silencio. Ma sí...que se vayan al infierno...juntos!

Paula era demasiado atractiva. Si bien cuando nos conocimos ese detalle no pasó desapercibido para mí, ahora caía como un búmerang. Derechito a mi cabeza. Para partírmela de un plumazo. No...no lo podía tolerar... Además, el haber estado del otro lado, me daba un hándicap, un plus de ventaja... Sí...cuando nos conocimos, yo fuí el tercero en discordia, el amante. Y ahora me tocaba jugar de boludo engañado... Qué destino de mierda..!

Llegamos a casa en medio de un clima horripilante. Se bajó del auto dando un portazo de aquellos, y subió derechito a tomar una ducha. Yo, en cambio, preferí una excursión por la heladera. Una cervecita bien fría, para terminar la noche, y comenzar a apagar el incendio de celos y nervios alterados. Luego, sí. Subir a bañarme, y acostarme al lado de la hija de puta que los había desatado. Para entonces, el sueño incipiente estaba comenzando a tranquilizarme...

Su manito fría en mi espalda me sacó del letargo. Intenté un gesto de disgusto: me arrinconé aún más hacia mi lado.

-Tontito... en serio estás celoso?

-Qué querés, ahora?

-A vos, celosito... Y su mano bajó hasta mi cintura. La hija de puta sabía que me podía...y resistir, no estaba en mis planes. Me dí vuelta. Se acercó más...y más...y me besó profundamente...

-Cómo me calienta cuando te hacés el enojado..! Qué ganas de hacerte pasar el enojo..!

Y su mano ya estaba posada sobre mi punto débil...que para entonces ya estaba fuerte. Me dejé llevar... Sabía que era imposible resistirme a ese torbellino de caricias. Y el olor salvaje que su cuerpo ya empezaba a despedir, me terminó de enloquecer.

A la mañana siguiente, desayunamos todos juntos. Los chicos, como siempre, terminaron de comer sus tostadas mientras subían al auto, Paula terminó de maquillarse usando el espejito del parasol de su lado, y yo, bostezando a más no poder, terminé de repartirlos. A los chicos, en el cole. A ella, en la oficina.

Como tenía una reunión, y era temprano, dejé el auto a lavar. Diez cuadras caminando hasta mi empresa no eran la muerte de nadie. Pero como el calor ya estaba apretando bastante, decidí a tomarme el primer colectivo que pasara. Con tanta mala suerte que me equivoqué de línea. Cuando reaccioné, ya había recorrido tres o cuatro cuadras en sentido contrario al que quería ir. Me bajé, mascullando mi impericia para movilizarme en transporte colectivo. No...no podía ser tan idiota...

Caminar. Ese era mi destino esa mañana. Y pasar por la esquina de Peña y Pueyrredón, ese conocido café con olor a Mar del Plata. Y ver sentadita allí, detrás del vidrio a Paula, muy risueña ella, acompañada de... Matías.

Y seguí caminando... El papel de boludo era el que mejor me quedaba. Y lo iba a seguir jugando, nomás...

Georgie

lunes, 18 de febrero de 2008

De vuelta al pago

Quédense tranquilos. No me equivoqué de blog. Pero hoy "Amores que matan" se impregnó de aires campestres. Y les voy a contar el motivo de este look.

Para los que me conocen, este espacio no es "mi" único espacio. Y a los que no conocen en qué otra página despunto el vicio de contar historias, los invito a que lo hagan. Desde hace un par de meses, inauguré un blog que cuenta historias del campo, desde el punto de vista de sus pobladores, en tono humorístico, y tratando de diferenciar el contenido de la página, de lo que ya planteó Don José Hernández, desde su Martín Fierro, y posteriormente el Negro Fontanarrosa, con su conocidísimo y cálido "Inodoro Pereira".

Este blog, La pluma del Nemesio, que en un principio arrancó de manera unipersonal, y que ahora cuenta con el aporte generosísimo de una colega bloggera, Nadie, nos fue llevando, poco a poco, a introducir una historia de desencuentros y encuentros, un aporte romántico. Y precisamente la presencia femenina de mi colega, ha nutrido a estos nuevos personajes de la calidez que sólo, a mi entender, una mujer puede regalarnos.

Y vaya si estoy contento con los resultados...

Cuando hablo de "La pluma del Nemesio", lo hago con un orgullo especial. Porque, al margen de lo que vino después, reconozco que escribir en él me gratifica enormemente, además de complacerme esperar los posts de Nadie, porque nos permite interactuar con los personajes, dándoles riqueza, imaginando situaciones, y respondiendo a las propuestas de mi colega. Realmente una experiencia magnífica y muy recompensante.

Y si a lo expuesto, le agregamos el incremento de lectores, y que hemos sido distinguidos con premios otorgados por otras colegas, estamos en condición de llamarnos más que contentos.

Gracias, Marcela




Gracias, Verónica

A título personal, y estimo que Nadie sentirá de manera idéntica, quiero agradecer por las distinciones a Marcela, de "Mujeres de 40 y más", y a Verónica, de "El mundo de Wilhemina Queen". Como suele hacerse en este medio, mi próximo paso sería nominar a otros espacios, y "trasladarles" los premios. Pero, ténganme paciencia. Todavía no lo hice con los premios recibidos en "Amores que matan", otorgados por Patricia, de "El Perro", allá en nuestros inicios, y posteriormente por la españolísima Almita, de "Alma de Otoño". Prometo ponerme las pilas y, cuanto antes, cumplir con lo debido. Sé que no es válida como excusa, pero recién hoy me reincorporo a mi actividad laboral (post-vacaciones), y tengo la agenda, a Dios gracias, bastante cargadita.

Por qué todo esto desde "Amores..."?

Bien, es simple. "La pluma..." figura en mi lista de amores. Y muy arriba...

Gracias a quienes nos distinguieron. Y sobre todo, a quienes nos acompañan en esta dulce aventura de jugar.

Georgie


viernes, 8 de febrero de 2008

Valentín, el ángel del amor


Como ustedes ya lo dan por supuesto, Valentín, es el ángel del amor. Se ganó el puesto merecidamente: muchas historias de novela contaron con su destacada participación, en las que intervino tan exitosamente, que acabó robándole protagonismo a muchos de los personajes a los que tuvo que asistir. Ninguno de ellos se quejó: al fín y al cabo, cada uno de los que requirieron sus servicios, lograron su objetivo. Y en muchos de los casos, la recompensa superó sus expectativas.
Bueno…en casi todos…

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Cecilia es una mujer independiente. Muy segura de sí misma, exitosa en su vida profesional, actualmente en pareja con Agustín, admirada entre sus amigas, y, por cierto, muy atractiva.
Pero no todas fueron rosas en su vida. Hubo un período en el que la pasó bastante mal: su separación de Tomás. Hecho ocurrido hace varios años ya, le trajo aparejado varios dolores de cabeza, y una herida en el alma aún mayor.
Por suerte dicha herida, hoy está bien cicatrizada. Y, sin bien de tanto en tanto, sufre los sinsabores de una nostalgia remolona en abandonarla definitivamente,
encontró en Agustín al complemento perfecto. Vale la pena hoy preguntarnos si es lícito que un clavo saque a otro clavo? O tal vez caer en el plano de las odiosas comparaciones? No…me parece que es absolutamente innecesario.

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El Supremo, de un día para el otro, necesitó cubrir el puesto de ángel del amor, que había quedado vacante al jubilarse Teodoro. Y no fue que esta situación se presentó súbitamente. Teodoro ya se lo venía anticipando… Pero, en el fondo, El Supremo conservaba las esperanzas de poder convencerlo para continuar. Al menos unos meses más, lo que le permitiría elegir al sustituto adecuado, al más idóneo para la función. Sin embargo, la postura de Teodoro fue tan categórica, que al Supremo no le quedó otra que echar mano en su demasiado joven plantel de aspirantes a ángeles.
Valentín, que hasta ese momento se había desempeñado como asistente administrativo de San Pedro, en las puertas del Cielo, se veía involucrado, de repente, en una misión tan apasionante, como novedosa.
La elección recayó en él. Quizás El Supremo se dejó influenciar por su simpatía, por su aire joven. Lo cierto es que dejó librado al azar un detalle fundamental: para la misma fecha que en el Paraíso se dictaba el curso de Arco y flecha, Valentín preparaba su tesis de Vuelo acrobático. Su destreza por los cielos era digna de observar y admirar…pero de lo otro, nones…

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Tomás se dió cuenta de que estaba trabajando demasiado, y que dicha circunstancia, le restaba tiempo para dedicarle a Cecilia. Cuantitativa y cualificativamente. Pero amaba a su esposa con locura, y no quiso dejarse estar.
Por ello se puso en campaña y contrató, a través de un sacerdote amigo, el “Servicio de Enamoramiento Express”, un paquete de beneficios que incluía:
.-“Reservación en establecimiento gastronómico habilitado para crear momentos especiales” (léase “cena íntima con velitas”).
.- “Acciones orientadas al acercamiento interpersonal” (léase “flechazo”),
y por último, y como frutilla del postre, .- “Noche de amor y placer” (léase textual), broche final otorgado a toda pareja que acreeditara con su Libreta Matrimonial, su formal unión, y por consiguiente, el derecho a disfrutar del beneficio consabido. No olvidemos que “Heaven Services” es una empresa tan eficiente, como puntillosa y exigente, a los efectos de discernir a quienes prestar o no este tipo de servicios.
Quizás su amigo, el sacerdote, en su urgencia por complacerlo, o ignorante de la complejidad de estos beneficios, omitió sugerirle que tomara el “servicio full”, que hubiera incluido, además, un “Seguro de imponderables”, con lo cual hubiera podido evitar algunas de las consecuencias que un inexperto ángel tirador pudiera ocasionar…

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La dichosa parejita estaba compartiendo ese delicioso manjar oriental, cómodamente instalada en una mesa de un restó árabe, en el porteñísimo barrio de “Las Cañitas”. Amenizaban su afrodisíaca ingesta, con un no menos sensual espectáculo de danza árabe que llevaba adelante Catalina, la bailarina que todos los jueves gratificaba con especial destreza, gracia y sensualidad, a los distinguidos comensales.
Valentín, haciendo uso de las facultades de invisibilidad que El Supremo otorga a sus ángeles, y en una demostración perfecta de vuelo y acrobacia, pasó raudamente por entre los ventiladores de techo y artefactos de iluminación del salón, para colocarse a las espaldas de Tomás. Desde esa posición tenía una visualización perfecta del torso de Cecilia, a la que debía atravesarle el corazón con un flechazo mágico. Luego partir hacia Belgrano, donde lo esperaba su segunda misión. De allí a Colegiales, luego Núñez… En fín, la noche venía de lo más ajetreada.
Nunca terminó de aclarar si fue por apurado, o fueron los nervios del debut los que le jugaron una mala pasada. Lo cierto es que, en su primera misión, falló. Y con tan mala fortuna, que el flechazo, luego de atravesar por la espalda a Tomás, encontró destino final en el corazón de Catalina. Todo se sucedió en una fracción de segundo. Y uno se alcanza a preguntar cómo puede ser que en tan breve instante, pueda un ángel equivocarse, fallar en el intento, y que dos personas que previamente ni se conocían, queden preñados de amor el uno por el otro. Y no encuentra otra explicación que adjudicar la responsabilidad del hecho a la mala fortuna, a lo imponderable. Si uno no conociera a los actores de la trama, podría llegar a sospechar de cierta presencia demoníaca en la escena. Nada más alejado. Quizás en otras circunstancias. Pero esta vez, no…

* * * * * * * * *

Han transcurrido ya varios años de este desgraciado? episodio. Ha corrido mucho agua bajo el puente. Hubo dolor, incomprensión, abogados, mucho ruido. Y al final, varios finales felices.

Catalina y Tomás encontraron en el otro, la horma de sus zapatos. Ella, finalmente, abandonó su actividad de danzarina árabe, para dedicarse de lleno a una nueva profesión: es mamá de un hermoso niño, al que adora y le regala buena parte de su tiempo. Las horas que le sobran las comparte con Tomás, y un blog en el que escribe poesía erótica.
Tomás trabaja menos horas que antes. Aprendió la lección y disfruta de su nueva familia. Sin olvidarse de compartir con sus otros hijos, los de su primer matrimonio con Cecilia, a los que ve con menos frecuencia que antes, pero a los que disfruta mucho más.
Curioso, no?

A Cecilia, en cambio, le costó muchísimo más. En un principio no podía con su dolor e incomprensión. Pero gracias al tiempo, que todo lo cura, y a la ayuda de su excelente terapeuta, logró, de a poquito, salir. Canalizó su angustia incrementando su actividad profesional, creció laboralmente, ello la llevó a rodearse de gente muy influyente, y en ese ámbito conoció a Agustín. Que es un acaudalado empresario, enamoradísimo de ella, y que la llena de regalos y dedicación. No conviven, todavía. Pero no falta mucho…

El Supremo nunca se enteró de lo sucedido aquella noche. Sí, en un principio, extrañó la presencia de Cecilia y Tomás en las misas dominicales. Pero…tanta gente iba y venía por el mismo camino, que a la larga… Al fín y al cabo, se la hacía imposible estar en todo…

Y Valentín también aprendió la lección. Nunca más falló con los flechazos. Desde esa noche, cada vez que requirieron sus servicios, se esmeró tanto en la concentración, en conservar aplomo, en que el disparo fuera certero, y a la vez delicado, que jamás el Departamento de Enamoramientos Interpersonales recibió queja alguna. Tanto es así que El Supremo se desligó totalmente, y lo deja hacer y deshacer a su antojo.
Valentín, gracias a su pericia y a una muy estratégica labor de mercadotecnia, ha logrado llevar a su División a los rangos de eficiencia más altos de la historia. Lo que ha dotado a su persona de un prestigio e influencia muy fuertes. Hecho que en Heaven Services han sabido valorar. Y mucho.


Georgie

domingo, 3 de febrero de 2008

Más guapa que...

Muchas veces me detuve a pensar qué es lo que hace a una mujer lo suficientemente guapa, como para destacarse del resto. Su armonía? Su forma de caminar? Las curvas? Buenas tetas? La mirada?

Pueden existir cualquiera de estos atributos, dos, tres, o todos, y que no me mueva ni un pelo. Pueden faltar uno, dos, tres, todos, y que me enamore... Las supuestas "virtudes", que los cánones de belleza de hoy en día, definen como "infaltables", no me dicen nada. Los imperdonables "defectos", aquellas imperfecciones por las que muchas se lamentan, pueden, y de hecho lo logran, hacer de una mujer, la criatura más deliciosa de la tierra...

El secreto, para diferenciar a una guapa, no está, por cierto, sólo en su exterior. Habrá que ver, entonces, en otra dirección. La facilidad para regalarme su sonrisa, el buen ánimo, su deseo de entrega y compartir, que posea un halo de misterio, son apenas algunos atributos que destaco como elementos de seducción muy fuertes, al menos, en mi caso.

Y por supuesto, lo infaltable. Que yo la perciba, que la descubra. Puede tenerlo todo, y yo, mirando al sudeste. Puede faltarle mucho y, si estoy deseoso de ella, voy a verla como la mejor. Lo subjetivo tiene amplia facultad en este terreno, y no debemos olvidar que, dentro de mis parámetros propios, conviven algunos que pueden o no coincidir con el modelito "ideal" que los popes de la moda pretenden que adopte.

Y por último, mujer, debés tener en cuenta algo fundamental. Todos somos distintos, diferentes. La profundización de tus propios rasgos, te hará resaltar aún más, hará que te diferencies. Y esas "mágicas" diferencias, a la hora de evaluar, pesan admirablemente. Te harán lucir, definitivamente, mucho más guapa que cualquiera...

Dedicado a Agus,


Georgie






Más guapa que cualquiera (J. Sabina)




Se llamaba Soledad y estaba sola


como un puerto maltratado por las olas,


coleccionaba mariposas tristes,


direcciones de calles que no existen.


Pero tuvo el antojo de jugar


a hacer conmigo una excepción


y, primero, nos fuimos a bailar


y, en mitad de un "te quiero" me olvidó.





(Andrés Calamaro)


De Esperanza no tenía más que el nombre

la que no esperaba nada de los hombres,

coleccionaba amores desgraciados,

soldaditos de plomo mutilados.


Pero quiso una noche comprobar

para qué sirve un corazón

y prendió un cigarrillo y otro más

como toda esperanza se esfumó.


Por eso, cuando el tiempo hace resumen

y los sueños parecen pesadillas,

regresa aquel perfume de fotos amarillas.

Y, aunque sé que no era las más guapa del mundo...

juro que era más guapa que cualquiera.



(Fito Páez)


Se llamaba Inmaculada aquella puta

que curaba el sarampión de los reclutas,

coleccionaba nubes de verano,

velos de tul roídos por gusanos.


Pero quiso quererse enamorar

como una rubia del montón

y que yo la sacara de la

"calle de los besos sin amor"


Y, mil años después, cuando otros gatos

desordenan mis noches de locura,

evoco aquellos ratos

de torpes calenturas.

Y, aunque sé que no era

la más guapa del mundo, juro que era más guapa,

más guapa que cualquiera.



"Más guapa que cualquiera", de Joaquín Sabina, interpretada por el mismo Joaquín, Andrés Calamaro y Fito Páez.