jueves, 27 de marzo de 2008

El mismo loco afán

"La historia vuelve a repetirse, mi princesita dulce y rubia.
El mismo amor, la misma lluvia. El mismo loco, loco afán..."

Me parece mentira...yo, cantando un tango...


Hay tangos a los que hay que sacárseles el sombrero... Sus letras lo dicen todo... Justo cuando parecía que estaba todo dicho...

Y si bien, no voy a ahondar en detalles, que son de índole privado, y que involucran a terceros, surge -inesperadamente- una necesidad imperiosa de darle luz a los rincones oscuros que habitan en nuestras almas, y que, por algún capricho del destino, hasta hoy habíamos dejado olvidado (y mal guardados) en el extenso baúl de los recuerdos.

Recurro a la lluvia. Será que mi espíritu nostalgioso siente una especial predilección por ella, cuando se trata de dejar fluir a los sentimientos? La cosa es que me encanta, me tira y me levanta, me desnuda y me desarma...

Todo cambia...lo sé. La historia será parecida, pero no la misma. Serás princesita, dulce y rubia...aunque no lleves corona ni voladitos, aunque te sientas amarga, y tu color de pelo haya cambiado... El amor...estoy seguro de que persiste. Sólo que vestido con ropajes diferentes. Y la lluvia, aunque parecida a todas las lluvias, tampoco será la misma...

Sólo te quiero decir...el afán, el mismo loco afán...viene conmigo...

Georgie

miércoles, 19 de marzo de 2008

Paseando por los nubes

Acepté la propuesta. Qué podía perder, más de lo que ya había perdido hasta ahora? De última, mataría un recuerdo... Con mi alma lo pensamos bien, y convinimos en que una mancha más, nada le haría al tigre...

-Flaco...dame lo que me prometiste...
-Pará, pará... No tengo un mango...
-No, boludo...el teléfono de Mariana...
-Ja ja ja... Sabía que ibas a venir al pie...

La llamé. Al principio fuimos dos extraños. Su voz, idénticamente igual a la que recordaba. Me preguntó cómo había dado con ella, y le expliqué todo...detalle por detalle. Al cabo de una breve charla, le sugerí la idea de vernos personalmente. Dudó. Bastante. Pero accedió, finalmente. Quedamos en vernos un viernes, a la salida de su trabajo.

-Y? Qué tal?
-Espléndida! Cómo hacés para mantenerte así?
-El trajín nuestro de cada día...

La saludé con un beso en la mejilla. Todavía no podía salir de mi asombro...

-Estás bárbara!

Hacía veinticinco años que no nos veíamos. El tiempo, evidentemente, había jugado en su favor...

-Un café?
-Dale... Te acompaño con una gaseosa...

Estaba comenzando a llover, y nos refugiamos en una confitería de Puerto Madero. Estar sentado con Mariana, después de tanto tiempo, me trajo infinitos recuerdos. Nuestros años de adolescentes, las rupturas, las vueltas, su frescura...

-Contame de vos...
-Trabajo a tres cuadras de acá, en una oficina. Soy mamá de dos adolescentes. Medianamente joven, quedé viuda, y estoy muy lejos de ser estanciera...ja ja. Estudio teatro. Leo novelas, preferentemente de amor. Creo en el amor. Y a pesar de que me ayuda una señora en las tareas de la casa, barro, limpio, lavo, plancho y cocino como una princesa...ja ja. Todo con una mano. Y con la otra, atiendo el teléfono cuando me llaman mis ex...
-No podés negar que te sorprendí...
-Mucho... La verdad, no lo esperaba... Y vos?
-Yo tampoco lo esperaba...
-No, tonto... Contame qué hiciste de tu vida...
-Me casé. Fuí papá de dos niñas. Me divorcié... Volví a meter la pata... Ahora estoy medianamente viejo, pobre y con el corazón magullado...
-Por los desengaños..?
-No. Por un infarto...
-No jodas..!
-No jodo..! Sigo. Escribo novelas de amor. Ahora también barro, lavo, plancho y cocino... Te diría, el candidato perfecto...
-Y qué hay con el amor..? Creés en él?
-De vez en cuando... Muy de vez en cuando... No te rías..! Será por el infarto?
-Contame...

Y le conté del infarto y un montón de cosas más. Nos dejamos invadir por los recuerdos, por las vivencias. Pasaron los minutos, las horas, nos reímos de las desgracias propias y las ajenas. Jugamos con las miradas, y con los silencios. Hasta que una llamada a su celular, nos transportó, de vuelta, a marzo de 2008.

-Sí? Hola, mi amor...No...En un rato...Sí? Qué dijo?...Bueno...en media hora...Sí, con una ensalada...Bueno...Yo también te quiero...Besito...Sí...Chau.
-Tenés que ir? Te alcanzo con el auto...
-Por favor...

Seguimos conversando. De bueyes y amores. Los encontrados y los perdidos. De nuestros hijos. De las soledades. De los miedos... Llegamos a Libertador y Larralde, mucho más rápido de lo deseado...

-Dejame acá... Vivo a dos cuadras...
-Te molesta si te llamo un día de estos?
-Preferiría llamarte yo... Estoy terminando una relación, y no quiero meter la pata...
-Tá... Me voy a quedar esperando...

Y sucedió lo que tanto temía... Yo, que estaba demasiado cómodo con mi soltería, volvía a estar ante la terrible disyuntiva...

Creer en el amor? Es posible... De vez en cuando...

Muy de vez en cuando...

Georgie

sábado, 15 de marzo de 2008

De bueyes encontrados y amores perdidos

Nos encontramos una mañana en su oficina. Él era amigo de la infancia, y como tal, conocía mucho de mi vida. Y yo, de la de él. Además, teníamos una particular cosa en común: Él había sido amigo, también, de Mariana, mi entrañable y desaparecida noviecita de la adolescencia. Así como yo supe cultivar amistad con Chechu, su primera, única y actual mujer. Fueron muchos años y mucha agua corrida bajo el puente...

-Tomás un café, George?
-Dale... Puede ser con edulcorante?
-Bueno...por ser vos...

Supimos compartir, también, un hermoso y memorable pasatiempo: el canto y la guitarra. O algo parecido. Mi vieja, que nos padecía bastante seguido, ya había encontrado nuestro nombre artístico: el dúo "Los lamentos". No por carecer de dones para cantar. Sino por esforzarnos, siempre, en llegar a una nota más arriba de lo aconsejable para nuestros registros vocales, en afán de parecernos a los que realmente podían. Cosas de chicos...

-Cuándo vas a venir al Coro?
-Flaco...sabés que a mi, lo sacro, no me va... Aparte, no llego ni a la esquina...
-Pero no seas cagón..! Vos te pensás que todos son Gardel..? Se armó un lindo grupo... Con muchas minas...
-Seee...lo que me faltaba...una sopranito que me susurre al oído...
-Venite...y después ves..!
-Paso... Dejame con mi blog. El buey solo...


-El sábado pasado estuvimos cantando en un teatro, en Capital...
-No me vas a convencer...
-Y a qué no sabés a quien ví..? A Mariana...
-La misma que me imagino?
-La misma... Está haciendo teatro en un grupo... Supiste, no?
-Sí... El hermano me contó... Me lo encontré en un velorio... Pobre..!
-Viudita y tan joven...con dos chicos... Pero estaba bastante bien... Se ve que entre el teatro y la terapia...
-Sabías que nunca más la volví a ver, no?
-Sí...algo me dijo... Raro, no?
-Raro...


-Tengo su teléfono... Te lo paso, si querés...
-Otro día... Ando apurado... Gracias por el café...
-De nada...cagón...
-Chau... Saludos a Chechu...y a los chicos...

Y me fuí cantando bajito... A esta altura no grito tanto. No sé si será por los años o la falta de confianza... Miedo a no llegar y desafinar demasiado? Puede ser... O será el temor a exponerse..?

Puede ser...

Georgie

sábado, 8 de marzo de 2008

Te deseo amor

Mujeres, divinas...

Quería regalarles algo, en su Día... Sí...ya sé...no sólo hoy...se lo merecen siempre. Pero no puedo abstraerme del contexto... El calendario es demasiado rígido...y contra el tiempo, no se puede luchar.

Qué puedo hacer yo, más que hablarles de amor y de alguna canción que lo refleje..? Por eso elegí esta canción y sus palabras. Si bien es un tema tristón, encierra los mejores deseos.

En homenaje a todas ustedes...

Georgie

Adiós! Es inútil seguir insistiendo
cuando nuestra historia está cerca del final.
Nunca pudimos ser amantes, alguna vez amigos...
Adiós! Dejaré libres a nuestros corazones,
quizás algún día te llame...
Pero antes de que te alejes, quiero decirte que...

Te deseo pájaros azules en la primavera,
le regalo a tu corazón una canción para cantar
y luego un beso,
pero más que eso, te deseo amor...
Y en julio una limonada,
en algún claro frondoso.
Te deseo estés bien,
y más que riqueza, te deseo amor...
Mi corazón roto y yo hemos convenido
que tú y yo nunca podíamos ser.
Te doy de mí lo mejor
y te libero.
Que encuentres en la tormenta
un abrigo que te mantenga caliente,
pero, sobre todo,
cuando los copos de nieve caigan,
te deseo amor...



Goodbye, no use leading with our chins
This is where our story ends
Never lovers, ever friends
Goodbye, let our hearts call it a day
But before you walk away
I sincerely want to say
I wish you bluebirds in the spring
To give your heart a song to sing
And then a kiss, but more than this
I wish you love
And in July a lemonade
To cool you in some leafy glade
I wish you health
And more than wealth
I wish you love
My breaking heart and I agree
That you and I could never be
So with my best
My very best
I set you free
I wish you shelter from the storm
A cozy fire to keep you warm
But most of all when snowflakes fall
I wish you love
My breaking heart and I agree
That you and I could never be
So with my best
My very best
I set you free
I wish you shelter from the storm
A cozy fire to keep you warm
But most of all when snowflakes fall
I wish you love
I wish you love

Versión original "Que reste-t-il de nos amours", con letra de Charles Louis Trenet, y música de Léo Chauliac.
Versión en inglés, letra de
Albert A. Beach.
Fuente:
Wikipedia

miércoles, 5 de marzo de 2008

Pequeño detalle...


El relato que van a leer ahora, es de semi ficción, si me permiten el término. Hay algo de veracidad en él, algo ideado, algo supuesto. De una situación posible, lo derivé hacia otra imaginada. Previo paso por un acontecimiento real. Y me permití acomodarlos a piacere. Después de todo, son mis hijas, mi historia, mi relato y yo. Y con mi vida, hago lo que quiero... Alguna duda..?


* * * * * * * * *

-Les parece bien, acá? Es sector fumador...
-Bueno, pá. Si a vos te gusta...
-A vos, Clara..?
-Yo no fumo...pero no me molesta si vos y las chicas lo hacen... Me parece bárbaro...
-Genial..!

Primer round, airoso. No les puedo contar mi carga de ansiedad. Presentar a mis hijas y a mi noviecita, si bien estábamos en un bar piola y de ambiente distendido, no era tarea fácil. Sobre todo si uno tiene todavía la sensación de culpa que la situación amerita. Yo me siento con toda la libertad de salir con quien desee. Y mis hijas lo saben. Es más, lo celebran. A casi cinco años de divorciarme de su mamá, y habiendo tenido posteriores parejas, no estaba en posición de brindar más explicaciones que las necesarias. Tengo casi cuarenta y ocho, Juli, veintiuno, y Agus, a punto de cumplr dieciocho. Diríamos que todos somos adultos. O casi todos... El único detalle... No. Mejor se los cuento cuando vayamos avanzando en el relato...

-Y vos, Agus, cómo vas con la facu?-dijo Clara.
-Bien, me encanta! Creo que elegí bien... Siempre me tiré para el lado de las Relaciones Públicas...
-Y cómo lo pensás encarar, después de recibida?
-Me gustaría dedicarme a todo lo que es Eventos. Organizar y disponer...

A la flauta! Lo admitió de una... Su última frase me trajo a la memoria una conversación mantenida con ella hacía casi cinco añitos atrás. Recién separadito, llevándola a la casa de una compañerita, en el auto...

-Pá, yo te lo digo bien, de onda... Pero acordate que primero estoy yo, después Juli, y tercero, tus novias...

Lapidario. Como para no olvidármelo nunca...

En un maratónico intento por resultar simpática, equidistante y perceptiva, Clari agregó:

-Y vos, Juli... Cómo te sentís siendo catequista de chicos, apenas más jóvenes que vos? Te dan bola? Respetan las consignas que les dás?
-Sí, se enganchan muy bien... Sobre todo porque intento "recrearlos" más que darles mera información... Que se interesen por lo religioso, no como una imposición, sino como respuesta a su propia búsqueda de la idea de Dios que cada uno posee... Y eso no está en ningún manual. Más que nada, mi misión es ayudarlos a ordenar las ideas que se van formando. Ayudar a sacarlas...

Glup. Y yo que me creía el más adulto de la familia...

-Voy al baño-dijo Agus.
-Te acompaño-dijo Clara.

Me quedé solo, frente a Juli. Su acotación no tardó en aparecer. El famoso detalle...

-Pá, nos dijiste 39..!
-Sí, Juli...ya sé...le agregué una sota... Sabés qué pasó? Si les decía que tenía 29, me crucificaban de entrada... Así tienen oportunidad de conocerla, y darse cuenta que es más adulta de lo que su edad acusa...
-Sos un boludo..!
-Por qué? Por mentirles en su edad? Por estar saliendo con una chica quince años menor que yo?
-No..! Sí..! Por todo..! Y no son quince...son dieciocho..!
-Pero, che..! No tengo derecho a...- Intenté calmarme... Sabía que ofuscado, llevaba las de perder...- No te apresures... Es mucho más madura de lo que aparenta... Cuando la conozcan más, se van a dar cuenta de que... Ahí vuelven...después seguimos...

Se sentaron. Más serias de lo que a mí me hubiera gustado...

-Che, pá...el baño de este lugar es una cagada..! No anda nada..!
-Por fuera es re-lindo... Nunca me imaginé...

Iríamos por el cuarto round, más o menos. Éste, lo perdí por varios puntos. Como diría Osvaldito Príncipi, "el retador besó la lona dos veces...y casi, casi le declara su amor eterno..." Lo importante era no tirar la toalla. Resistir. Clara, la agarró al vuelo...

-Qué les parece si vamos al Uni, al cine..? Están dando una peli bárbara... Es tipo comedia musical...
-"Los colores del viento"-dijo Juli.
-Uy, sí! Está buenísima..!-agregó Agus- Me contó Sofi que la fué a ver y que está super..! Vayamos!

Pagué la cuenta y partimos para el shopping. No hablé mucho durante el viaje. Me limité a escuchar a las tres, compartiendo sus experiencias y su profunda devoción por las comedias musicales. Mientras tanto, tomaba aire. En algún momento podían regresar los cachetazos...

La película estuvo excelente. Mucha música, mucho baile, buenas actuaciones... Todo a pedir de boca. Ya se había vuelto lo suficientemente tarde para volver, por lo que le pedí a Clari:

-Vamos que dejamos a las chicas en casa, y después te llevo...
-Gracias, pá, por la salida-dejó deslizar Juli.
-De nada...después nos vemos...

Nos miramos con Clara. El resultado, si bien estaba abierto, tenía buen pronóstico. Al menos fue esa sensación la que intenté transmitirle... En mi interior, sabía que el combate no estaba terminado. Llegar a casa y enfrentar lo imprevisible, era el asunto pendiente. Ella, con su beso y su sonrisa, implícitamente terminó de darme aliento.

Desde la radio del auto, y como a propósito, se lo escuchaba a John Mayer en uno de sus exquisitos temas: "Daughters"(Hijas). Tan delicado, como reparador. En mi fuero más íntimo, deseé que las chicas también lo estuvieran escuchando...

Georgie