Cambio de roles. Capít. 2. "La platinada"

Por primera vez me sentaba en el sillón negro, de cuero. Si bien no se trataba del de Rivadavia, me hacía sentir importante. A mi lado, el block de notas, aún en blanco, aguardaba el momento de comenzar a volcar en él mis impresiones. Casi todo estaba presto para el gran momento. Elegí una canción como música de fondo...Gravedad... Como presagiando el grado de dificultad de lo que se venía. Un click y a esperar...



Timbre. Me estremecí. El gran momento había llegado...y yo con estos pelos...

-Pase, Andrea...póngase cómoda...
-Gracias, Doctor... Me parece a mí o ya nos conocemos?
-Es probable- disimulé -Alguna vez he estado reunido con mi colega, el Doctor Matamores, en este mismo consultorio... Y no me llame doctor... Sólo, Georgie...
-Ya me parecía... Georgie? Me resulta simpático. Su nombre, claro...

Se quitó el abrigo, y al darse vuelta para colgarlo, sucumbí a la tentación de observar sus partes traseras, deliciosamente contenidas por un ajustado pantalón de cuero negro... Cuántos? Cincuenta y pico? No los representaba para nada... Se volvió sonriendo, apoyó sus delicias en el sillón de los pacientes, acomodó su rubio cabello sobre los hombros, y volvió a sonreir...

-Tuve una semana brutal..! No recuerdo bien si fueron catorce o quince...
-Catorce o quince qué..?
-Ja ja ja... Citas... Todas con hombres diferentes... No le contó Daniel..?
-Algo me adelantó... Pero nunca imaginé tamaña cifra...

Terry Reid-Rubia 50´s

Tomé el block en mis manos, y anoté. Catorce...dos por día... Pensar que hace unos años se hablaba de siete mujeres para cada hombre... Evidentemente, las cosas cambiaron muchísimo de un tiempo a esta parte. Pero, definitivamente, Andrea estaba obstinada en romper con todos los records... No pude evitar dejar salir una sonrisa socarrona... Craso error...

-Aunque debo admitir, Georgie, que fracasé con todos ellos... Ninguna de las citas prosperó...
-No se sintió cómoda?
-Yo? Yo sí... Pero ellos huyeron despavoridos... Sabe qué pasa? Carecen de la sensibilidad suficiente para percibir lo que una dama como yo necesita... Será demasiado esfuerzo para sus cabecitas, el usar un poquito la imaginación?
-Por ejemplo..?
-Hablo de lo indispensable... contención, afecto... buena cama, paseos... cenas con velitas, un crucero, viajes, perfumes importados, ropa de vanguardia, casa en Punta, jet privado, una gold credit card, regalos sorpresa, camioneta con vidrios polarizados, flores a toda hora, una billetera bien frondosa y...una sonrisa como la suya, Georgie... Realmente, me desarma...
-Ja ja... Hasta afecto, íbamos bien... Lo de buena cama, es subjetivo... De ahí en más, sonamos. Mi sonrisa...se fijó bien? Mis dientes están todos desparejos... Creo que no le convengo, Andrea...
-Es tarde, Georgie...hay algo en usted que me ha seducido por completo... Y al menos dígame que tiene chequera...sí?
-Al rojo vivo...
-No importa... La vida me enseñó a resignarme... Sea mi número dieciséis...

Se abalanzó como una leona sobre mí. A la mierda el block, la lapicera y mis anteojos...

-Desde que te ví, me dí cuenta que éramos el uno para el otro... Esa sonrisita... Tu aire intelectual... Las manos... Vení, ponelas acá...
-Ni en pepe..! Mire...son manos chiquitas... Y todo es proporcional...
-Dicen que lo bueno viene en frasco chico...
-Sí...pero yo vengo a ser como una muestra gratis... Afloje, Andrea...que vamo en cana...
-Besame, chiquito... No te resistas más... Mis labiecitos con colágeno son toditos para vos... Sacá los bracitos... Qué pasa, bebé? No te gusto..?
-Andrea, pare!!! Pare, por favor!!! Eso... serénese... No es usted, soy yo... Vuelva a su sillón, por favor... Gracias... Como le decía, no es usted... Que es atractiva, no tengo dudas... Que se merece la lista completa y más, también... Pero, Andrea...soy su terapeuta..! Suplente. Pero terapeuta al fín... Y es imposible un vínculo así entre paciente y profesional... Además, estoy en pareja...
-Está bien...entendí... Sólo que, al entrar, me pareció que le resultaba apetecible...
-Y sí... Debo reconocer que Doña Natura se portó muy bien con usted...
-Entonces...su negativa es definitiva? Porque si no, cuando salgamos del consultorio, podemos ir a...
-No, Andrea... Sería imperdonable...
-Discúlpeme, Georgie... Sólo estaba buscando un poco de contención...y un cachito de afecto...y otro poquito de...
-Ya lo va a encontrar, Andrea...ya lo va a encontrar...
-Usted lo cree?
-Sí, Andrea... Un vasito de agua?
-Bueno, gracias...

Lo tomó. Inventó una excusa para irse y dimos por terminada la sesión veinte minutos antes de lo previsto. Cuando se retiró, me pareció que ya se había calmado lo suficiente. Me dió la sensación que la había piloteado bastante bien. Tenía razón Daniel: caso complicado... Fuí hasta el armario, busqué uno de los sedantes y me lo tomé. Miré la agenda... Estrella Rascupanis, 19 hs. Tenía un ratito como para recomponerme.

Maldije mi autosuficiencia. Quién carajo me mandó..? Yo solito me había metido en la boca del lobo...

Todavía tenía en mis retinas el comentario recibido de una de mis lectoras... Pastelero a tus pasteles... En chileno o en criollo, se entiende igual... Aunque, metido en el baile como estaba, no podía echarme atrás...

Georgie