viernes, 8 de febrero de 2008

Valentín, el ángel del amor


Como ustedes ya lo dan por supuesto, Valentín, es el ángel del amor. Se ganó el puesto merecidamente: muchas historias de novela contaron con su destacada participación, en las que intervino tan exitosamente, que acabó robándole protagonismo a muchos de los personajes a los que tuvo que asistir. Ninguno de ellos se quejó: al fín y al cabo, cada uno de los que requirieron sus servicios, lograron su objetivo. Y en muchos de los casos, la recompensa superó sus expectativas.
Bueno…en casi todos…

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Cecilia es una mujer independiente. Muy segura de sí misma, exitosa en su vida profesional, actualmente en pareja con Agustín, admirada entre sus amigas, y, por cierto, muy atractiva.
Pero no todas fueron rosas en su vida. Hubo un período en el que la pasó bastante mal: su separación de Tomás. Hecho ocurrido hace varios años ya, le trajo aparejado varios dolores de cabeza, y una herida en el alma aún mayor.
Por suerte dicha herida, hoy está bien cicatrizada. Y, sin bien de tanto en tanto, sufre los sinsabores de una nostalgia remolona en abandonarla definitivamente,
encontró en Agustín al complemento perfecto. Vale la pena hoy preguntarnos si es lícito que un clavo saque a otro clavo? O tal vez caer en el plano de las odiosas comparaciones? No…me parece que es absolutamente innecesario.

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El Supremo, de un día para el otro, necesitó cubrir el puesto de ángel del amor, que había quedado vacante al jubilarse Teodoro. Y no fue que esta situación se presentó súbitamente. Teodoro ya se lo venía anticipando… Pero, en el fondo, El Supremo conservaba las esperanzas de poder convencerlo para continuar. Al menos unos meses más, lo que le permitiría elegir al sustituto adecuado, al más idóneo para la función. Sin embargo, la postura de Teodoro fue tan categórica, que al Supremo no le quedó otra que echar mano en su demasiado joven plantel de aspirantes a ángeles.
Valentín, que hasta ese momento se había desempeñado como asistente administrativo de San Pedro, en las puertas del Cielo, se veía involucrado, de repente, en una misión tan apasionante, como novedosa.
La elección recayó en él. Quizás El Supremo se dejó influenciar por su simpatía, por su aire joven. Lo cierto es que dejó librado al azar un detalle fundamental: para la misma fecha que en el Paraíso se dictaba el curso de Arco y flecha, Valentín preparaba su tesis de Vuelo acrobático. Su destreza por los cielos era digna de observar y admirar…pero de lo otro, nones…

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Tomás se dió cuenta de que estaba trabajando demasiado, y que dicha circunstancia, le restaba tiempo para dedicarle a Cecilia. Cuantitativa y cualificativamente. Pero amaba a su esposa con locura, y no quiso dejarse estar.
Por ello se puso en campaña y contrató, a través de un sacerdote amigo, el “Servicio de Enamoramiento Express”, un paquete de beneficios que incluía:
.-“Reservación en establecimiento gastronómico habilitado para crear momentos especiales” (léase “cena íntima con velitas”).
.- “Acciones orientadas al acercamiento interpersonal” (léase “flechazo”),
y por último, y como frutilla del postre, .- “Noche de amor y placer” (léase textual), broche final otorgado a toda pareja que acreeditara con su Libreta Matrimonial, su formal unión, y por consiguiente, el derecho a disfrutar del beneficio consabido. No olvidemos que “Heaven Services” es una empresa tan eficiente, como puntillosa y exigente, a los efectos de discernir a quienes prestar o no este tipo de servicios.
Quizás su amigo, el sacerdote, en su urgencia por complacerlo, o ignorante de la complejidad de estos beneficios, omitió sugerirle que tomara el “servicio full”, que hubiera incluido, además, un “Seguro de imponderables”, con lo cual hubiera podido evitar algunas de las consecuencias que un inexperto ángel tirador pudiera ocasionar…

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La dichosa parejita estaba compartiendo ese delicioso manjar oriental, cómodamente instalada en una mesa de un restó árabe, en el porteñísimo barrio de “Las Cañitas”. Amenizaban su afrodisíaca ingesta, con un no menos sensual espectáculo de danza árabe que llevaba adelante Catalina, la bailarina que todos los jueves gratificaba con especial destreza, gracia y sensualidad, a los distinguidos comensales.
Valentín, haciendo uso de las facultades de invisibilidad que El Supremo otorga a sus ángeles, y en una demostración perfecta de vuelo y acrobacia, pasó raudamente por entre los ventiladores de techo y artefactos de iluminación del salón, para colocarse a las espaldas de Tomás. Desde esa posición tenía una visualización perfecta del torso de Cecilia, a la que debía atravesarle el corazón con un flechazo mágico. Luego partir hacia Belgrano, donde lo esperaba su segunda misión. De allí a Colegiales, luego Núñez… En fín, la noche venía de lo más ajetreada.
Nunca terminó de aclarar si fue por apurado, o fueron los nervios del debut los que le jugaron una mala pasada. Lo cierto es que, en su primera misión, falló. Y con tan mala fortuna, que el flechazo, luego de atravesar por la espalda a Tomás, encontró destino final en el corazón de Catalina. Todo se sucedió en una fracción de segundo. Y uno se alcanza a preguntar cómo puede ser que en tan breve instante, pueda un ángel equivocarse, fallar en el intento, y que dos personas que previamente ni se conocían, queden preñados de amor el uno por el otro. Y no encuentra otra explicación que adjudicar la responsabilidad del hecho a la mala fortuna, a lo imponderable. Si uno no conociera a los actores de la trama, podría llegar a sospechar de cierta presencia demoníaca en la escena. Nada más alejado. Quizás en otras circunstancias. Pero esta vez, no…

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Han transcurrido ya varios años de este desgraciado? episodio. Ha corrido mucho agua bajo el puente. Hubo dolor, incomprensión, abogados, mucho ruido. Y al final, varios finales felices.

Catalina y Tomás encontraron en el otro, la horma de sus zapatos. Ella, finalmente, abandonó su actividad de danzarina árabe, para dedicarse de lleno a una nueva profesión: es mamá de un hermoso niño, al que adora y le regala buena parte de su tiempo. Las horas que le sobran las comparte con Tomás, y un blog en el que escribe poesía erótica.
Tomás trabaja menos horas que antes. Aprendió la lección y disfruta de su nueva familia. Sin olvidarse de compartir con sus otros hijos, los de su primer matrimonio con Cecilia, a los que ve con menos frecuencia que antes, pero a los que disfruta mucho más.
Curioso, no?

A Cecilia, en cambio, le costó muchísimo más. En un principio no podía con su dolor e incomprensión. Pero gracias al tiempo, que todo lo cura, y a la ayuda de su excelente terapeuta, logró, de a poquito, salir. Canalizó su angustia incrementando su actividad profesional, creció laboralmente, ello la llevó a rodearse de gente muy influyente, y en ese ámbito conoció a Agustín. Que es un acaudalado empresario, enamoradísimo de ella, y que la llena de regalos y dedicación. No conviven, todavía. Pero no falta mucho…

El Supremo nunca se enteró de lo sucedido aquella noche. Sí, en un principio, extrañó la presencia de Cecilia y Tomás en las misas dominicales. Pero…tanta gente iba y venía por el mismo camino, que a la larga… Al fín y al cabo, se la hacía imposible estar en todo…

Y Valentín también aprendió la lección. Nunca más falló con los flechazos. Desde esa noche, cada vez que requirieron sus servicios, se esmeró tanto en la concentración, en conservar aplomo, en que el disparo fuera certero, y a la vez delicado, que jamás el Departamento de Enamoramientos Interpersonales recibió queja alguna. Tanto es así que El Supremo se desligó totalmente, y lo deja hacer y deshacer a su antojo.
Valentín, gracias a su pericia y a una muy estratégica labor de mercadotecnia, ha logrado llevar a su División a los rangos de eficiencia más altos de la historia. Lo que ha dotado a su persona de un prestigio e influencia muy fuertes. Hecho que en Heaven Services han sabido valorar. Y mucho.


Georgie

15 comentarios:

Stella dijo...

Los caminos del amor tienen esa cosa de sorpresa!
Uno nunca sabe dónde o cuando va a recibir ese flechazo!
Y cuanto uno mas se empeñe en buscarlo, peor la pasa.
Bueno es saber relajarse, y esperar que la flecha pegue en lugar certero!

Linda la historia que contaste!
Y me encantó la carita de Valentín! ajjaja

Besitoo

Una Pepina dijo...

El Departamento de Enamoramientos Interpersonales no recibió más quejas porque en la puerta colgaron un cartel: A LLorar a La Iglesia.

No le parece que Valentín está un poco bizcocho?

Saludos!

Georgie dijo...

Stella,
Por las dudas, uno tiene que estar atento...y ponerle el pecho a los flechazos...no sea cosa que todo termine saliendo para el traste...
Besooote!

Una pepina,
Lo bueno de contar con un ángel profesionalizado y con un master en marketing...aunque sí...es un poco bizcocho el pobre...
Uno besito..!

Nadie dijo...

¡Cupido podría haberle signado una flecha a la pobre Cecilia esa misma noche, para compensar el error!

¿Por qué será que generalmente nos enamoramos al mismo tiempo pero uno de los dos siempre tarda más en desenamorarse?

Marcela, de Mujeres de 40 y más! dijo...

Muy bueno, Georgie!
El aire de mar lo inspira ¡lo felicito! No se olvide de mi regalo por favor, lo espero ansiosa. :P

Ispilatze dijo...

Es como amar "casual" o "causalmente". Y no me digas porqué me ha venido esta idea a la cabeza... (ains, imaginación, recuerdos, vida).
:)

©Claudia Isabel dijo...

Estas cosas pasan, y muchas veces nos preguntamos porque alguien ha dejado de amarnos...ahora entiendo quien tiene la culpa...este niño y sus flechas impiadosas!!! que alguien los entrene antes de salir a destrozar corazones!!!
Un besito.

Alma dijo...

Con el tiempo las corazas son cada vez más fuertes y duras, ardua tarea para el angelito, difícil traspasarlas...

Besosos salados

Lirium*Lilia dijo...

Quién sabe, no? quizás aunque estrábico, sabía adónde dirigir la flecha. Lo digo porque fui estrábica (no malinterpreten, jajá).

Lirium*Lilia dijo...

Quién sabe, no? quizás aunque estrábico, sabía adónde dirigir la flecha. Lo digo porque fui estrábica (no malinterpreten, jajá).

El rincòn de mi niñez dijo...

Pobre angelito , todo a sus alitas...
besos y me encantó el post!!
feliz día, de los enamorados y los no también... ♥♥♥

Georgie dijo...

Nadie,
Heaven Services es muy eficiente. Todo lo tiene planificado. Tardará menos o más, pero nos tiene reservados a todos una sorpresa.
Un beso.

Marcela,
Nunca podría, Señora. Y usted va a tener motivo para recordarme..! (Dónde merda pongo esta cosa tan fea?) Ja ja.
Felices vacas!

Ispilatze,
Yo tampoco tengo idea! Pero quedó lindo!
Un beso!

Claudia Isabel,
Al principio, como todos, los angelitos son algo improvisados. Pero después aprenden, eh!
Besos!

Almita,
Mirá que Valentín usa unas flechas especiales que atraviesan cualquier coraza..! No hay armadura que se le resista...
Besotes dulces para tí!

De Lirium,
Y... Quién te dice..?
Besos!

Marisa,
Feliz día! Para vos y tu enamorado...

Anónimo dijo...

¿Querés que te diga dónde?

Bueno, mirá: colgalo del espejito del auto así te acompaña en el viaje de vuelta.
Vas a ver qué lindo queda ahí: "Chiche-bombón" "fetén-fetén"(se dicen así?) jaj
Nadie te va a mirar, eso seguro.
Y si le agregás una cintita roja, cartón lleno. La mala suerte se esfuma enseguida.

Hasta la vuelta a todos!

Marcela

WILHEMINA QUEEN dijo...

¡¡¡Menos mal que núnca más ha fallado su tiro, eh???!!!!!!!!!

me encanta leerteeeeeee
me encanta!!!!!!!!!

FELIZ SAN VALENTIN,
más vale tarde que núnca como dice el dicho!

Georgie dijo...

Anónima Marcela,
La verdad, que si fuera para mí, lo pondría en el...otro día te cuento. Pero como es para vos, te vas a ver en un lindo brete.
Besos!

Vero,
Es como el cierre invisible...no falla jamás.
Un besote!