Soy un pollerudo..!
Bueno...no tanto como "Conchita" Barreda, pero... Además, nunca se me ocurriría apretar del gatillo. Aunque hubo veces (varias), que deseé tanto el darles un susto...
Mujeres, mujeres... Por todos lados, mujeres... Mi vida estuvo signada siempre por tener grandes y pequeñas damiselas a mi alrededor. Comencemos por el principio: mi familia. Madre Elena (1), hermana Mónica (1), abuela Carlina viviendo en casa (1), y padre Alberto, yéndose los findes a pescar (1). Si agregamos a Vicki (la perra de mi hermana), mis tías (2) Coca (con sus perras Yuli y Pouppé), y Porota (con Pinky, fiel exponente femenino de raza Pointer), ya vamos delineando el cuadro... Pero no se apuren, que falta...
Negocio familiar: dos locales de venta de ropa femenina. En las buenas épocas supieron tener hasta seis empleadas, uno, y tres, el otro... Y yo, pequeño burgués, jugando con mi cochecito a pedal a esquivar piernas... Y a espiarlas, también... Ya crecidito, el joven burgués siguió jugando con algunas de ellas, aunque el cochecito ya no era a pedal, y el tema no pasaba por esquivar las piernas, sino por... Otro día les cuento...
Casa grande: madre laburante, abuela tejedora... Alguien debía hacerse cargo de las tareas domésticas... Dos muchachas se ocupaban de la limpieza, cocinar, planchar y alborotarles los ratones a los amigos del noviecito de mi hermana... Recuerdo a Blanquita, una chica superpoderosa, quince añitos y un lomo de aquellos... Mi casa era un club. Parecía el Social y Deportivo "Los Babosos"... No, les juro que yo ahí ni esquivé, ni... A lo sumo, le dediqué alguna de mis primeras manolas...
Después de algunas experiencias como novio, llegó la hora de sentar cabeza... Me casé, y tuve dos hermosas princesitas. El varoncito no llegó nunca. Pero estaba tan contento con las dos chancletitas...y tan acostumbrado, que hasta me olvidé de buscarlo. Me consolaba diciendo: es tan fuerte mi presencia masculina en esta casa, que con otro varón ya seríamos demasiado... Ahora, a la distancia, lo que podía llegar a verse como una postura machista y soberbia, la interpreto como la más humilde de las resignaciones...
Ahora, sí... El porqué de mi reciente barba? Lo que comenzó siendo una expresión "rebeldosa" de fiaca, continúa con cierta intromisión femenina en mi vida, cosa que no me resulta demasiado rara teniendo en cuenta los detalles relatados, y a la que, finalmente, consiento de buena gana... Ale, mi novia, con el Dale, dejátela... Tenés cara de nene... Candadito, no...una barbita informal, despareja...tipo franchute... Julita, la mayor de mis princesas, con el Qué bueno! Me gusta el candadito..! Y Agus, la menor, fue rotundamente categórica... Dejátela...así te tapa esa carita de boludito...
Lo único que falta es que mis lectoras opinen... Bueno... Háganlo, si quieren... Total, qué le hace una mancha más al tigre..!
Georgie
Ausente con aviso: Me escapo con mi medio quinoto, a la costa. Por tres o cuatro días estaré muy atareado, mirando el mar, amando y haciendo humear la parrillita. A la vuelta, contesto. Y si me dan permiso, me afeito...
Besos!
